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La Iglesia evangélica coreana paga los gastos por liberar a sus misioneros en Afganistán
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Kwon Hyuk-soo, miembro de la junta de la Iglesia Presbiteriana Saemmu, declaró que la iglesia pagará sus deudas una vez sean revisadas, tal como lo han prometido. Otros miembros, en cambio, no han querido dar declaraciones.
Como se recordará durante casi 3 meses un grupo de misioneros surcoreanos fueron secuestrados por talibanes en Afganistán mientras ellos servían a la población de esa nación otorgando servicio médico gratuito. En esos 40 días de angustia los militantes islámicos asesinaron a 2 hombres. Estos hechos conmovieron a la comunidad internacional por considerar el hecho como el mayor atentado contra personas extranjeras en Afganistán desde la caída del régimen talibán en el año 2001.
La Iglesia de Saemmul y sus misioneros han sido objeto de severas críticas por haber ignorado las advertencias del gobierno coreano cuando se disponían a viajar a Afganistán. Una vez secuestrados y liberados el Gobierno Coreano fue también foco de críticas internacionales por haber negociado la liberación de los rehenes debido a que muchos países consideran a los talibanes como terroristas.
Corea del Sur ha prometido a los rebeldes que para fines de año sacará de ese país a sus tropas que realizan labores humanitarias. Además acordó con los talibanes que impedirá que misioneros de Corea del Sur trabajen en ese país.
Los líderes de las organizaciones misioneras de Corea del Sur han manifestado que sus labores evangelísticas seguirán realizándose en sitios hostiles pero que se mejorará la preparación del misionero.
Además el director internacional de la Alianza Evangélica Mundial Geoff Tunnicliffe, participó en este encuentro y manifestó que llevará semanas, o quizás meses poder preparar las "mejores prácticas" en los esfuerzos misioneros.
En Corea del Norte Continua la Terrible Persecución religiosa
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Solamente hay tres Iglesias "legales" en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, pero principalmente sirven para dar la ilusión de una libertad de culto que en verdad no existe. Son visitadas mayormente por extranjeros y algunos ancianos. En todos los demás lugares, el gobierno nor-coreano se dedica a una completa supresión de la vida religiosa.
Basándonos en los informes de testigos oculares que recientemente se refugiaron en Corea del Sur pasando primero por China, estos dicen que Corea del Norte ha creado un reino de terror para aplastar cualquier creencia con el temor que pueda desafiar la endiosada autoridad del líder Kim Jong II. La mera posesión de una Biblia puede llevar a la pena de muerte.
La asistencia a un servicio religioso clandestino puede resultar en grotescas ejecuciones públicas. Un testigo ocular dijo que estaba presente cuando cinco líderes de la iglesia fueron aplastados por una aplanadora frente a una muchedumbre. Los lideres religiosos fueron advertidos: "Si Ustedes abandonan la religión y solo sirven a Kim II Sung y a Kim Jong II, no los ejecutaremos". El testigo dijo que ninguno de los condenados pronunció palabra. Algunos de los miembros de la Iglesia que presenciaban la escena lloraban, gritaban o se desmayaban cuando los cráneos crujieron al ser destrozados por la aplanadora. (Esta información fue extraída del diario canadiense National Post del 18 de Noviembre de 2005).
No dejemos de orar por los creyentes de este país quienes están viviendo lo que podemos leer en la epístola a los Hebreos: “Otros experimentaron vituperios y azotes; y á más de esto prisiones y cárceles; Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos á cuchillo; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; De los cuales el mundo no era digno; perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra”. (Heb. 11:36-38)
Oremos por el remanente del cuerpo de Cristo en este país tan restringido. Oremos por nuestros hermanos en prisión, en la clandestinidad y por quienes que están fugándose, para que aún así tengan el valor de compartir el mensaje de Jesucristo; el único mensaje que trae paz al alma y para que los pobres persecutores se conviertan de estos pecados tan terribles y sus almas no se pierdan en el infierno eterno.